Cumpliendo objetivos: Graduación

Hace unas horas que estoy graduada. 

Ayer, 26 de Abril de 2013, junto a casi 200 compañeros, una veintena de profesores y alrededor de 600 familiares, sucedía algo que suele suceder poco en la historia de la Universidad de Castilla-La Mancha, la graduación conjunta de Licenciatura y Grado de ADE.

Era un momento irrepetible, ya no por tratarse de nuestro protagonismo y el significado para todos los asistentes, sino porque concluían la 21º promoción de Licenciatura -la última que sucederá en esta Facultad de Derecho y CC.SS de Ciudad Real (UCLM)- junto a la 1ª promoción de Grado. Y así lo sentí.

Hubo momentos de nervios previos a la entrada al Paraninfo, con los amigos que te habían acompañado durante, para mi, cinco años de mi vida. Hubo nervios, una vez dentro, para controlar donde se sentaban tus padres. Y ya, menos nervios cuando se procedía a subir a nuestro llamamiento para la colocación de becas.

Durante todo el acto hubo discursos cargados de palabras de ánimo, optimismo y tocadas con la realidad que nos toca ahora vivir. La cruda realidad de lo que nos espera una vez terminada la Universidad.

El no encontrar trabajo, el sentimiento de no saber que hacer ahora que se ha terminado eso de hacer exámenes y de asistir a clase, pero sobre todo, el sentimiento de que todas las caras que habías conocido a lo largo de tu paso por la Universidad, quizá no las vuelvas a ver.

Hubo un par de ocasiones en que mi emoción daba paso a unas pequeñas y vergonzosas lágrimas. Pero como nos contó en su última intervención y clausura del acto el vicerrector de economía y planificación de la Universidad de Castilla la-Mancha, D. Manuel Villasalero, era un momento irrepetible y que por ello nos debíamos dejar llevar por nuestras emociones. Agradecí esas ultimas palabras.

En otras ocasiones, otros actos de Graduación han tenido padrinos no muy ligados a la carrera que le tocaba apadrinar como por ejemplo algún personaje cómico, pero este año, los compañeros han querido buscar a alguien que pudiera darnos una lección de verdadera carrera empresarial, hemos contado con un verdadero empresario. 

Qué menos que para apadrinar nuestro acto el dueño de uno de los mas importantes supermercados de la provincia E.Leclerc, Juan Jimenez. En su discurso nos trató de dar ánimos para no dejar de buscar nunca aquel trabajo que verdaderamente queríamos. Que insistiéramos mucho para conseguir cualquier cosa que nos planteáramos. 

No quiero dejar de mencionar el discurso que nos dio el Decano de la Facultad de Derecho y CC.SS, D. Juan Ramón de Páramo el cual fue el primero que me emocionó. Sus palabras sobre la actualidad que nos toca vivir estaban llenas de una enorme fuerza y coraje que supo transmitirnos muy bien desde el primer momento. Que no nos rindiéramos en conseguir aquello que deseábamos, que trabajáramos duro y así, conseguiríamos todo aquello que nos propusiéramos. Nos recordó que siempre podíamos acudir a nuestra facultad a solventar aquellas dudas que nos pueden surgir a partir de ahora.

En general, un acto emotivo y muy bonito para todos que, posteriormente volveríamos a vernos en la cena de Graduación. 

Una noche diez para mi, que no volveré a vivir junto a mis compañeros que se han convertido en amigos, con mi pareja que me recordó una y otra vez lo orgullosa que estaba de mi por mi logro y unos profesores que han hecho que aprenda todo lo que ahora soy.

Gracias a todos por ello.

¿Y ahora que?

Ahora toca terminar el año aprobando las tres asignaturas que me quedan pendientes. Tengo claro lo que quiero hacer y conseguir. Por ello tengo que trabajar y ser constante para conseguirlo.

Con actos como este le hacen a una pensar y darle a la cabeza sobre lo que una vez empezó hace 5 años sin saber como sería, cuando acabaría y la huella que dejarían en ti y que ahora ya lo has conseguido y vas cumplimentando tu lista de proyectos a largo plazo.

No importa el tiempo (años) que te lleve conseguir un objetivo que te marques como vital en tu vida, lo bueno de todo es que cuando le ves el fin, tan solo a ti mismo te demuestras lo realizado y complacido de finalizarlo. Y ese sentimiento repercute en las personas que permanecieron a tu lado durante todo el viaje.

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